sábado, 17 de julio de 2010

No cerrar los ojos, ni bajar los brazos (Un llamado al pensamiento)




Desde que nacemos, pertenecemos a un sistema. Un sistema que nos permite tener una casa, comida, buena vestimenta, educación, un trabajo y una vida. Hoy, en el siglo XXI, podríamos decir que llevamos una vida infinitamente mejor de lo que pudieron apenas soñar nuestros antepasados: televisión para entretenernos en los ratos aburridos, aire acondicionado para no morirnos de calor en verano y una estufa a gas que evita que nos congelemos en invierno y a la vez no nos mata con gas nocivo. Salimos a bailar todos los fines de semana y nos emborrachamos para pasar un buen rato con nuestros amigos/as y nos levantamos cuantas minas o pibes podamos ¿Hasta ahí estamos? La vida hoy es MARAVILLOSA, señores y señoras; nada nos falta y nuestra libre expresión, nuestra salud y nuestro bienestar son de vital importancia para la sociedad, así que podemos vivir tranquilos hasta los 99 años, o todavía más si se nos da la chance.

¿No parece todo lo anterior demasiado bello, hermoso y utópico? Quienes crean que lo es, paren de leer enseguida porque esto no es para conformistas consumidores masivos de propaganda. Y quienes crean lo contrario, imagino que ya sabrán mi opinión, e inclusive la compartirán. Qué mejor frase de antaño para empezar que decir que ACÁ HAY GATO ENCERRADO. Volvamos a repasar lo anterior como lo ES INNEGABLEMENTE.

Desde que nacemos, pertenecemos a un sistema que lo único que quiere es perpetuarse a sí mismo haciendo que nosotros mismos, generación tras generación, formemos parte de él. Nos enseñan desde el jardín de niños, a través de juegos y canciones, reglas, modales y valores básicos de la sociedad actual, y un vocabulario literalmente inofensivo para quienes creen que las palabras con significado socio-político alientan al pensamiento del individuo, y así comienzan a neutralizar nuestra creatividad. En la escuela primaria, nos agregan a los antes mencionado, conductas ACEPTABLES, y en materias como por ejemplo historia, hacen que adoremos a la patria, que creamos que nuestra patria es lo más maravilloso que existe en el mundo, y que nuestros grandes próceres, no han sido nunca genocidas, ni ambiciosos, ni oligárquicos, sino hombres y mujeres que amaban a la patria y que todo lo que hicieron fue por nuestro bien. Y nosotros lo creemos, lo creemos porque simplemente ES ASÍ y punto. En la secundaria aprendemos el ORDEN DE LAS COSAS, lo que está bien y lo que está mal y a la vez nos siguen insertando la realidad planificada, diciéndonos que es nuestro deber cooperar con la sociedad y que debemos pensar: vaya contradicción, porque a lo que ahí le llaman pensamiento es sólo una recopilación de ideas analizadas previamente por quienes manejan la educación, y que ellos consideran que no son ni agresivas ni inofensivas para la continuidad del sistema, así que solo aprendemos una parte de las cosas, una parte del total, una parte del mundo y solo creemos en una parte de nosotros mismos. Así nos adentramos en la universidad, donde finalmente nos inculcan lo valioso de una profesión para ser miembros productivos de la sociedad, y lo importante que debe ser el dinero en nuestras vidas: dinero para divertirse, dinero para comer, dinero para tener un techo, dinero para vestirse, dinero para casarse y dinero para tener hijos, y todavía creemos eso, porque EL DINERO LO ES TODO. De pronto, un papel finito que entra en el bolsillo y tiene estampada una cara amarga de un supuesto “prócer” se convierte en lo más preciado de la vida, y algo con lo que no podríamos vivir si no existiese.

Y así, con todo eso, le sumamos la influencia de los mayores que viven sumisos a las reglas, los valores impuestos por el gobierno (y no hablo de un gobierno en particular, sino de aquella entidad semi-abstracta que controla los ámbitos de la política, la economía y la cultura, y que por lo tanto rige y ordena la sociedad como mejor le plazca), por las iglesias, que nos dicen que no debemos desobedecer el orden de Dios, Yahvé o Alá, como quieran llamarlo (en los que, quienes dicen representarlos en la tierra en realidad no creen en ellos), y deciden sobre con quién debemos casarnos y el tipo de vida sexual que debemos llevar, y que debemos inculcarle lo mismo a nuestra descendencia para evitar ir al Infierno, e incluyámosle los medios de comunicación y el trabajo permanente de la prensa mundial que acomoda los acontecimientos y distorsiona la realidad para que todo se ajuste a una determinada manera de pensar; así y todo nos convertimos en hombres y mujeres… no, en instrumentos funcionales al sistema. Nos tragamos que nuestro progreso es el progreso del mundo, cuando en realidad nuestro progreso, es el progreso de los grupos dirigentes, y el mundo se arruina por la culpa de unos pocos que controlan el dinero y la prensa mundial: La guerra, el hambre, las enfermedades producidas en laboratorios, y la falta de comunicación devastan a gran parte de la humanidad, mientras quienes son selectos para servir al sistema (las clases trabajadoras, porque decir “clases medias” obedece a una idea de un sistema comunista), creemos que estamos en el paraíso. Los tratados de derechos humanos no evitan que en el África y el Sudeste Asiático, la gente no conozca otra realidad más que las guerras civiles, las hambrunas sólo sirven para mantener a gran parte de la humanidad en estado primitivo (quien tiene hambre sólo piensa en comer, y no puede pensar en otra cosa), las enfermedades las producen los mismos quienes luego dicen tener las vacunas para ellas, y sólo sirven para controlar el crecimiento poblacional. Nuestra salud sólo importa para que el sistema no pierda a sus “engranajes”. Las computadoras, quienes en un principio se hicieron ver como las portadoras de la comunicación global, sólo sirven para aislarnos dentro de mundos virtuales y son usadas para controlar el movimiento del dinero en el mundo. La propaganda de la libertad de expresión existe sólo porque aquellos quienes permiten que exista, saben que la expresión nunca será libre, porque crecemos con ideas equivocadas sobre lo que está bien y lo que está mal; controlan nuestro pensamiento hasta sus entrañas para asegurarse de que se “desvíe” pero solo DENTRO DE LO PERMITIDO.

En nuestra realidad, los libros no son útiles, porque tenemos tanta diversión a nuestro alcance que a nadie le interesa lo que un pensador, o un psicólogo, o un sociólogo, o un filósofo, de hacen más de cien años puedan haber dicho. Y sí quisiéramos cuestionar la realidad (cosa que hoy ya es difícil, porque ya nos hemos acostumbrado a lo que supuestamente está bien y mal, y aceptamos todo con mayor rapidez), eso nos sería difícil, porque ¿Quién dice que la realidad no es manipulada para que justamente hoy se crea que estamos mejor que nunca? Hoy lo creemos, porque tenemos pocas cosas en nuestras mentes, en nuestros libros, en nuestros colegios, acerca del pasado de la humanidad, con las cuales comparar nuestro presente ¿Quién dice que no existen millones de palabras y conceptos que nos servirían para darnos cuenta de que el mundo de hoy, no es realmente lo que ES, y que alguna vez fue mejor, pero que alguien se nos adelanto hace generaciones y borró esas cosas de la historia definitivamente? Se nos ofrece como salida al capitalismo, el socialismo, lo cual no es más que otro sistema manipulador de la realidad donde en vez de regir el dinero y las empresas corporativas, rige un grupo de funcionarios de un estado, o un líder totalitario, que usan el odio para mantener a la sociedad ordenada, y promulgan una cultura de militarización de la gente para alcanzar la “paz”. Y Realmente no llegamos a ningún punto, mientras que oscilemos entre la ignorancia y el consumismo masivo impuestos por el capitalismo, y la represión y el miedo impuestos por el comunismo.

Hoy, el dinero es la energía y el hombre es la materia, combinados forman un ser que cree ser superior a toda naturaleza que existe en este mundo, y justifica con las ideas del PROGRESO Y SUSBISTENCIA, la destrucción del medio ambiente, devastando ríos, lagos, bosques, selvas, glaciares y montañas sin darse cuenta de que solo hace aún más incierto su futuro y el de su descendencia biológica. Y todas las acciones que el hombre hace no pueden evitar la división estratégica de la sociedad en grupos Altos (quienes detentan el poder del dinero y la información), Medios (quienes sólo les interesa ser Altos, pero ni siquiera pueden lograr eso, porque mantienen al sistema funcionando así como está) y los Bajos (quienes siempre quedarán excluidos de todos sistema ya sea capitalista o comunista, porque simplemente no hay lugar para ellos).

Seguramente, después de haber leído esto, pensaras: EL MUNDO ES UNA MIERDA, LA UNICA SOLUCION ES PEGARSE UN TIRO. Si pensaras eso, también sería una forma de sumirte ante el sistema, así que seguí leyendo, descuelga la soga y devuelve ese revolver al cajón de la mesa de luz de tu papá. ¿Quieres escuchar mi postura frente a la realidad?: es NO: NO Y NO Y NO Y TRES MIL VECES NO. No la acepto, no acepto la realidad ni su concepto actual, no acepto a ninguna autoridad que diga que vela por mi bien, mientras que quienes están debajo mío no conocen ni siquiera algo tan simple como el amor, o la palabra TE QUIERO. No acepto lo que dicen que es el bien y el mal, no acepto ninguna justificación filosófica que justifique esta realidad y diga que es irremediable. Nunca voy aceptar que me idioticen con propagandas de productos inútiles, ni del mundial de futbol, ni de que la bandera hay que respetarla: Lo material se rompe y se vuelve obsoleto; el futbol es gritar como un animal 90 minutos frente a una caja con luces donde ves a 11 ricachones patear una pelota; y la bandera es sólo un pedazo de tela y nada más. No acepto ni quiero que utilicen mis emociones para entregárselas a un grupo de gobierno, ni que digan que debo tener hijos para que ellos los introduzcan en este mundo planificado. ¿Qué me lleva a creer esto? Que la lucha está, siempre estuvo, que el ser humano es el ser más maravilloso que existe por la misma razón de que puede cambiar, y se puede modificar. Que no importa que hayan cambiado el pasado, que todavía podemos distinguir el verdadero mal de este mundo y hacer lo posible por cambiarlo entre todos. No debemos bajar los brazos, ni cerrar los ojos frente a lo que intenten introducirnos en nuestras mentes, y nosotros sepamos de corazón que no es cierto. Y aunque quizás no vivamos para ver los resultados de nuestra lucha, lo importante es saber que dejaremos una huella, una llama de intelecto que ilumine el mundo oscuro e ignorante, y que nuestras generaciones venideras continúen lo que nosotros empecemos.

¿Cuáles son mis recomendaciones, por lo menos para empezar a hacer algo diferente? Lean lo más que puedan, hablen entre ustedes, discutan y cuestionen; demuestren que unidos somos más fuertes que los comerciales de McDonald´s que salen por la televisión. Sepan que las cosas pueden ser mejor, pero que eso requiere un sacrificio y una responsabilidad enormes por parte de todos. Instrúyanse en la diversidad, en los viejos pensamientos utópicos que se dejaron tras la globalización. Amen, ámense a ustedes tal cual son, amen a sus familias, amen al prójimo sin importar su color de piel, su religión, su figura, su orientación sexual, su condición económica, o su lugar de origen; amen a la naturaleza, porque La Tierra es una sola, y sus recursos no durarán para siempre, y la raza humana también es una sola y de ella depende el futuro del planeta. Busquen formas de divertirse que sean inocentes y no dañinas y que a la vez no involucren el dinero. Dejen la computadora y salgan a la calle a hablar y a conocerse; formemos un grupo que sea invencible, que sea de unión colectiva, y que a la vez, la individualidad de cada uno sea respetada. Démosle al futuro una forma más humana, donde con nuestro intelecto y nuestro amor por la naturaleza prevalezcan por sobre el odio, la ignorancia y el egoísmo. Sólo así podremos lograr un mundo, que no será perfecto, pero cuestiones como la paz y la igualdad humana sean posibles de resolver. Llámenle a esto Anarquía o como más les guste. Yo no le pongo nombre, porque no importa el nombre, sino los hechos y las consecuencias.

¿Qué es la realidad?: La realidad es el estado actual del mundo físico, la realidad total no existe, porque cada quién imaginará la suya propia, pero es posible que tenga un significado más abstracto si mediante pequeñas coincidencias, unificamos ciertos puntos de lo que creemos es real y lo que no.

¿Qué es el famoso “sistema”?: El sistema es el conjunto de política, gobierno, economía, sociedad, cultura, religión, costumbres, adeptos, tendencias, códigos, ideas y modas, que son moldeados de una determinada manera por quienes hoy en día tienen “poder”, para ordenar al mundo según la realidad que existe en sus mentes.

¿Qué es la sociedad?: La sociedad es una estrategia de los individuos Altos, para organizar y regular a los diferentes pueblos que habitan el planeta, con el fin de que la clasificación Altos, Medios y Bajos, perdure eternamente, y privar al hombre de ciertos deseos, pensamientos e impulsos que son esenciales de su naturaleza, pero que los Altos consideran peligrosos para la estabilidad de SU realidad.

¿Qué son el Bien y el Mal?: Palabras que cambian de significado según un punto de vista, y sirven para organizar las conductas, acciones y pensamientos de una determinada sociedad o grupo de gente.

Con estas preguntas respondidas según mi opinión personal me gustaría cerrar este escrito con una frase de Jean Paul Sartre sobre el tiempo que dice:


“No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro.”



Damian Alexis González

miércoles, 2 de junio de 2010

Abre tus ojos

A veces da miedo abrir los ojos, porque por ahí los abrís y ves todo patas para arriba. Y eso es lo que en verdad da miedo, los cambios. Como un chico que juega a las escondidas tapándose los ojitos, creyendo que así no ven, uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas. Uno se hace el perro que tumbo la olla (como dicen en el campo).uno detesta y ama a quien abre tus ojos.

Abrir los ojos tiene gusto a membrillo con queso es agridulce. a veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos hacer la vista gorda y chau. Y otras veces la burbuja se pincha y no queda otra que abrir los ojos y mirar lo que no queremos ver.

Para que algo cambie hay que romper la burbuja, salir de la cajita de cristal y yo lo logre. Antes era una nena asustadiza, insegura y peleadora, pero cambié, soy distinta deje mis miedos, mis sustos y mis peleas de lados, me llené de amigos y logré aclarar los problemas con mis enemigos y cambie para que algo cambie. Para que toda mi vida cambie.

Porque soy lo que soy y no necesito ponerme un disfraz o una máscara para ocultar lo que tengo que no me gusta ¿Por qué en vez de intentar cambiar lo que no nos gusta, los ocultamos? ¿Por qué no mostramos en verdad quienes somos?si sabes que te van a decir que no para que preguntar? Y si nos estamos equivocando??Qué pasa si nos mostramos tal cual somos, si intentamos cambiar lo que no nos gusta en vez de ocultarlo, si preguntamos y no nos bajamos del round antes que termine la pelea porque creemos que nos van a ganar por knock-out. Por qué hacemos eso ¿Por qué ocultamos lo que nos pasa, lo que sentimos? Por miedo al papelón, por vergüenza, qué se yo.

Las apariencias engañan, sépanlo.

Lucía Blanco 3º3º

jueves, 27 de mayo de 2010

Palabras para liberarse

" La intrusa" es un cuento de Borges que ubica la acción a fines del siglo XIX. Dos hermanos se enamoran de la misma mujer y ella queda entrampada entre los caprichos de estos hombres que la tratan como a una cosa. La usan, se la prestan entre ellos, la venden a un prostíbulo, la vuelven a comprar.

En el relato no parece haber opciones para ella. Su voz no aparece, su figura es desdibujada. Y ya sabemos que ejercer la posibilidad de la palabra es empezar a ocupar un lugar, liberarse.

Los chicos de 3º3º tuvieron como ejercicio cambiar la voz del narrador: que sea Juliana la que cuenta la historia (protagonista) o un vecino (testigo).
A continuación, algunos de los cuentos:

“La intrusa”


Me llamo Juliana Burgos. Vivo con mi madre y mis doce hermanas en un rancho muy lejos de la capital.
Mi familia es muy humilde y mi madre siempre me dijo que al primer hombre que se presentara me entregaría a él, porque cualquiera que fuese su situación financiera iba a tener una vida mucho mejor a la que tendría si me quedaba con ella.
Un día yo estaba descansando en el lago y vi que a lo lejos venía un oscuro con un hombre con tez rojiza.
Ató el caballo y me pregunto cómo me llamaba, fue muy simpático conmigo, así hablamos un par de horas y luego me propuso irme a vivir con él. Yo no lo dude ni un segundo, porque con un hombre tan caballero y dulce como él nada podría salir mal.
Fuimos a hablar con mi madre y ella tampoco se opuso, así que ahí mismo agarré las pocas cosas que tenía, mi madre me dio su rosario de vidrio y una crucecita, me despedí de ella y de mis hermanas, y emprendimos el viaje hacia su casa.
Pero las apariencias engañan. Cuando llegamos Cristian ya no me trató igual: pasé de ser su prometida a su sirvienta, pero no me podía quejar, mi madre tenía razón, de todas formas era una vida mejor. Aunque cuando estábamos en público, sí me trataba como es debido y me compraba de todo, pero parece ser que todo esto me iba a salir muy caro.
Yo lo percibía, porque las mujeres somos muy intuitivas en esto, que el hermano menor de Cristian, Eduardo Nilsen, sentía algo especial por mí, y yo no lo voy a negar, también lo sentía. Pero a la vez lo sentía por Cristian y eso me confundía.
Un día Cristian me dijo que le cebara unos mates mientras esperábamos a su hermano menor, porque tenía que decirnos algo. Cuando llegó Eduardo, le dijo:
-Yo me voy a una farra en lo de Farias. Ahí la tenés a la Juliana; si querés, usála.
Yo me quedé anonadada, no lo podía creer.
Cristian saludó a su hermano y se fue sin saludarme a mí, que era como una cosa para ellos.
Desde ese día me compartieron. Tampoco me podía quejar.
Pero este tema se fue complicando cada vez más. Se peleaban por todo, pero nunca por mi, aunque se que yo soy el motivo de sus peleas pero por un orgullo machista no lo iban a admitir nunca.
A los pocos días, me mandaron a que saque dos sillas al patio porque tenían que hablar. Yo estaba nerviosa y penseque iba a ser una conversación de horas asíque me recosté y me quede dormida.
Al ratito me levantaron, estaba sobresaltada. Me dijeron en un tono sospechoso:
-¡Juntá todas tus cosas nena!
No me dieron ni una explicación ni nada y me subieron a la carreta. Emprendimos un viaje largo.
Había un silencio incomodo que nadie se atrevía a romper y eso me alteraba mas y mas.
Llegamos como a las cinco de la mañana a Morón. Pararon la carreta en frente de una casa apenas iluminada con la luz tenue de la mañana. Lo único que se veía por las ventanas eran unas cortinas pesadas de terciopelo negro. Ahí mismo salio una señora entrada en años, excesivamente arreglada, ya casi parecía un payaso diría yo de tan pintada que estaba.
Se notaba que los Nilsen y esa mujer ya habían hablado antes porque no se dijeron nada, solo se miraron e inmediatamente la mujer les dio una bolsa que anda a saber qué contenía, y se fueron.
Me entró de prepo y me arreglaron como si fuera una diosa.
Los Nilsen me habían vendido y eso no era lo peor, lo peor era que me habían vendido a una casa mala.
Ya no era lo mismo, me pasaban cosas muy denigrantes. En este momento me habría gustado quedarme con mi madre, porque prefiero estar en la pobreza y conservar mi dignidad a tener todos los lujos y ser una desgraciada.
Todos los días tenia que estar con hombres diferentes.
Después de un tiempo, Cristian apareció en la casa mala pidiendo mi servicio. Cuando lo vi, a pesar de que me hallan vendido, se me llenaron los ojos de lagrimas de la emoción y pensé que me volvería a llevar con el. Pero no, solamente tomo mi servicio y se fue.
Al otro día vino Eduardo, y tuve la misma sensación e ilusión que cuando lo vi a Cristian, pero el también me uso, y se fue. La bronca e impotencia que tenía era inexplicable.
Después se tomo una costumbre, el venir, usar mis servicios e irse. Pero me di cuenta que lo hacían a escondidas del otro.
En una de las tantas veces que Eduardo me vino a “visitar”, se encontró con Cristian.
Él estaba esperando su turno en el hall de la casa. Entro Cristian y le dijo:
-De segur así, los vamos a cansar a los pingos. Mas vale que la tengamos a mano.
Entonces fueron a hablar con la patrona, mientras yo esperaba curiosa tratando de escuchar su conversación. Salieron y Cristian me agarro del brazo y me subió al caballo.
Me habían comprado. La felicidad que sentí en ese momento fue inmensa.
Yo fui con Cristian en el caballo, y Eduardo fue tan rápido que no lo vi en todo el viaje.
Llegamos a la estancia y todo volvió a ser como antes, con la salvedad que ahora se las agarraban con todo el mundo, hasta conmigo, pero entre ellos nunca se peleaban, aunque se sabía que el problema radicaba entre ellos. Pero se amaban más de lo que se odiaban.
Un día estaba lavando la ropa y Cristian vino tan suave, como un gato, que ni lo sentí, me abrazo de atrás y me dijo:
-Mal quistarse con alguno de nosotros es contar con dos enemigos y vos vas a lograr nuestra separación.
No me dio tiempo de acotar nada, sentí un mareo muy profundo y caí al suelo.

Rocío Musso

“LA INTRUSA“
Desde el punto de vista de juliana.
Hecho por Almendra Alessandrini. 15/05/10.

Me llamaba Juliana Burgos, convivía con mi madre, que no se encontraba en un estado de salud muy bueno. Vivía muy lejos de la capital, donde en las noches solo se escuchaba el ruido de la naturaleza. Mi padre había muerto hace muchos años y desde ese momento yo tuve que cuidar de mi madre. Cuando ella murió, me sentía muy angustiada, y no importaba todas las personas que pudieran ayudarme a pasar por ese momento, me encontraba sola.
Hasta que apareció Cristian, un hombre de cuidad, y de muy buen capital. Me dijo que me iba a hacer feliz, que tendría la vida que yo siempre había querido si me mudaba con él a la capital. Y no pude decirle que no a ese caballero tan apuesto de pelos rojizos, ya que era lo que había necesitado más que a nada en el mundo y no lo podía perder. Tomé las pocas cosas que me había regalado mi madre antes de su muerte y emprendimos viaje.
Cuando llegamos a la capital, su casa confirmaba el estatus social de Cristian, pero también la soledad, a excepción de Eduardo, su hermano menor, que vivía con él. Cristian me había llenado de regalos, baratijas en realidad, pero no valían nada si solo los podía usar en las fiestas, donde él me trataba como se debía tratar a una mujer. Y en su casa era una sirvienta que respondía a todas sus necesidades, sexuales y caseras. Eduardo viajaba mucho, si mal no recuerdo, una vez había llevado a una muchacha a vivir con nosotros, pero la echó a los pocos días. No lo sabía con exactitud, pero se notaba que Eduardo sentía algo por mí, y no lo podía negar, yo también lo sentía por él al igual que sentía algo por su hermano mayor.
Una noche Cristian le dio el permiso a su hermano de usarme, yo no me negué, no por que no hubiera podido, si no por que lo deseaba, y él también, claro estaba. Desde ese momento me compartieron. Me seguían tratando como una cosa, no como una persona, pero no me podía quejar ya que vivir con los hermanos Nilsen era mejor que volver a donde estaba, donde no sabias si esa noche podrías ir a la cama bien alimentada.
Ninguno de los dos admitía que estaban enamorados de mí, eso los humillaba. Ellos nunca pronunciaban mi nombre, yo era como una maldición para los Nilsen. Cuando peleaban, que era una cosa que se había convertido en algo de todos los días, siempre era lo mismo, si Cristian subía la voz, Eduardo callaba, al parecer él no se animaba a confrontar a su hermano mayor.
Un día me pidieron que sacara dos sillas al patio, como me encantaba ese patio, creo que de todos los lugares que tenia la casa, el patio era mi lugar preferido. Como parecía que iba a ser un diálogo largo había decidido ir a recostarme, pero el rato me volvieron a llamar, sin explicarme nada me dijeron que recogiera todas mis pertenencias y nos subimos a la carreta, era un cacharro tan viejo, que no sabia como íbamos a hacer para transitar los caminos enlodados por las lluvias. Emprendimos viaje. Me carcomían las ganas de saber a donde me llevaban, pero no me animaba a romper el silencio. En realidad, nadie se animaba a hablar, por lo que fue un viaje silencioso y tedioso, lleno de nervios solo por mi parte, por que los hermanos se veían muy relajados, como si tuvieran un bola mágica y hubieran visto que todo iba a salir bien, por lo menos para ellos. Serian las 5 de la mañana cuando habíamos llegamos a Morón. Frenamos en frente de una casa, era la única luz que se veía a kilómetros. Por las ventanas se observaban sombras que se movían de un lado para el otro, como si fuera una fiesta, pero eran eclipsadas por las cortinas de pana bordo con ribetes dorados, y se escuchaba una música de Marlene Dietrich de fondo.
A los pocos minutos salió una mujer, que parecía la patrona del lugar, estaba vestida con atuendos llamativos y un vestido provocador, donde sus senos quedaban expuestos a la vista. Al parecer ya habían hablado con anticipación por que sin decir ninguna palabra de parte de nadie, la mujer extendió la mano y les entrego a los Nilsen una bolsa dándome cuenta en ese momento que había sido vendida a un prostíbulo.
Fui visitada durante un tiempo por los hermanos, pero nunca al mismo tiempo, me parecía que ni ellos estaban enterados de que el otro me visitaba, pero al igual que antes, me usaban y se marchaban. En ese momento creía que nada podría ser peor, mis padres habían muerto, había confiado en alguien que me había dado techo, comida, y a su manera, amor, y cuando me sentía mas o menos como en casa, me había vendido. Ahora no solo era usado por los Nilsen si no que también por personas que no conocía. Nunca me había sentido tan miserable e insignificante.
A fin de año había tenido la visita de los dos hermanos y me dijeron que habían decidido llevarme con ellos nuevamente. En ese momento hubiera hecho cualquier cosa para salir de ese lugar que me parecía tan repugnante.
Una vez fuera, después de haber guardado todas mis cosas, volvimos a la capital.
A finales de marzo yo me encontraba en mi cuarto, había decidido tomarme una siesta, ya que Eduardo había ido al almacén y Cristian no me necesitaba, cuando de repente escucho en la oscuridad, el ruido de la puerta abrirse y pasos que se acercaban a la cama. Por la luz que entraba del comedor, divise la figura de Cristian con una almohada en sus manos. Ya en ese momento no podía pensar con claridad, sabia que algo malo me iba a pasar.
Me asesinaron el veintiséis de marzo de 1932. Tuve una vida triste, que no se la desearía a nadie. No pude formar una familia, desde la muerte de mi madre nunca me había vuelto a sentir querida, la soledad y la angustia me había rondado siempre. Pero ahora, me siento libre, querida y protegida, en el lugar donde estoy todo es diferente.

Versión de Dylan Rosetto

Me llamo Juliana Burgos y vivo en un pueblo de Cordoba muy chico, llamado " Bel Ville ". Vengo de una familia de clase media-baja, ya que mi padre falleció cuando yo tenia 5 años y me quedé con mi mamá y con mis dos hermanas. Mi mamá hace lo que puede, se levanta a las 5 de la mañana y vuelve a las 9 de la noche ; ella dice que trabaja en una fábrica, pero yo mucho no le creo. Hay algo raro ahí.Hice la primaria completa y también la secundaria. Ahora estoy trabajando en un taller, no me pagan mucho pero es para ayudar a mis dos hermanas y mi mamá. Un día caminando como todos los sábados por la tarde en mi pueblo, se frena una camioneta muy lujosa, de vidrios polarizados negros y muy grande; me pregunta donde quedaba un pueblito y lo guie. No entendió mi explicaciòn, asi que decidí subirme al auto y llevarlo hasta el lugar, ya que quedaba a unos diez minutos pero con la condición de que me tenia que dar plata para volverme. Èl aceptó. Durante el camino hablamos de todo un poco, era muy generoso, hasta me ofreció una botella de agua para tomar y yo con mucho gusto acepté. Desde ese momento, no me acuerdo más nada..Recuerdo despertarme en una casa linda , no muy prolija. Vì a un hombre colorado y luego a otro, me imaginé que eran hermanos. Yo no entendía de porque estaba ahì, qué tenia que ver yo en ese momento, pero no me desesperé. Le pregunté quiénes eran, pero no me respondieron.. Despues de un rato largo me hablaron y me dijeron que de ahora en màs tenia que atender a ellos y hacer todo lo que me ordenaban. Luego de esas palabras, si me desesperé. Empecé a gritar y golpear lo que tenia cerca, ya sabía donde estaba..Hace tiempo me habían dicho que tenía que tener cuidado, ya que estaban por algunos pueblos una mafia que raptaba gente y las tenían como "clientas". Yo mucho no me interesé, ya que pensaba que eran esos rumores que circulan en los pueblos. Me habían dicho que si viera dos colorados, ¡empezara a correr! Cristian, el hermano mayor me dijo que si me preguntaban algo, era la nueva novia de èl. Los primeros dias no sabía donde estaba, queria volver a mi casa, a mi pueblo, a mi tierra; luego de un par de intentos de escaparme, comprendì que era inutil combatir contra esta gente.. no me quedò otro opciòn que ACEPTAR. Ellos eran my unidos, tenian cara de tramar y hacer esos negocios turbios.. pero yo no me metía. Mi servicio era "atender" al hermano mayor y hacer las cosas de la casa. Los colorados como dije anteriormente eran unidos, pero ultimamente se peleaban por cualquier cosa, eran insoportables . Todas las noches me acostaba en mi cama y lloraba, queria a mi familia, extrañaba a mis amigos, no aguantaba más. Pero como dicen algunos ¿no? ¡Al mal tiempo buena cara! Y eso hacía.. tratando de sobrellevar esa situaciòn tan dolorosa.Unos dias después, ya no estaba solo con Cristian, sino que tenia que "atender" también con el hermano menor, Eduardo. Me trataban como una cosa, como un elemento sin importarles nada. Un dìa me mandaron al patio, y ya que no me llamaban, me acosté a dormir. Al rato me hicieron llenar una bolsa con todo lo que tenìa, pensaba que ya eran el fin de esta pesadilla, queria volver con mi familia. Me subieron a una carreta y me fui.Cuando llegué al lugar me encontré con una mujer, luego me enterè de que era la patrona del prostíbulo. No podía creer lo que estaba viviendo, era una sensación de impotencia, de no poder hacer nada ante todo esto, sinceramente, prefería morirme. Ver a personas como uno, que lo traten como animal, que sea una maldita "cosa" y seguir su vida como siempre, no logro entender. Entonces, despues de una semana o un poco más veo a una persona muy parecida a Eduardo, el menor. ¡Era èl! Mi cara se transformó, no creía en mis propios ojos. Y no se imaginan lo que ocurrirìa ahora.. ver llegar al otro hermano, Cristian, me provoca casi un infarto. Después de ver esa situaciòn, veo que el mayor hablo con la patrona y me agarra de la mano y me lleva hacia afuera, donde estaban los hermanos. Yo estaba con Cristian y nos dirigiamos hacia la casa de ellos.Ya no sabìa que hacer, que tenia que hacer para dejar de lado tanto sufrimiento y por fin poder vivir una vida digna y ser feliz.Al llegar a la casa me instalè de nuevo en el mismo lugar, ya casi rendida. Un domingo de marzo, a la mañana temprano Eduardo fue al alamcèn. Yo estaba haciendo las tipicas cosas de siempre en la casa, mientras que Cristian estaba en el patio. De repente siento un escalofrio en la espalda, la punta de un cuchillo. Al sentir eso, doy media vuelta y ahì es cuando Cristian introduce el cuchillo en mi panza, luego lo introcuce en el pecho y por último en el cuello. Eso es lo último que me acuerdo.

Dylan Rosetto


Visto por un vecino:

Les contare una historia que ocurrió aquí en Turdera. Yo vivía al lado de la casa de los hermanos Nilsen: Eduardo y Cristian.
Recuerdo que ellos se llevaban muy bien compartiéndolo todo.
Pero un día el mayor Cristian trajo a su casa una chica llamada Juliana. Poco tiempo después al parecer Juliana empezó a traer problemas a la relación de los hermanos; pero como esto los estaba afectando logré enterarme por los chismes del barrio que ellos la compartieron.
Algunas semanas más tarde en una de mis idas al prostíbulo me encontré con Juliana, hablé con ella y esta me contó que los Nilsen la habían vendido a ese lugar; pero que la iban a visitar por sus servicios.
Algunos días después desde mi ventana logré verla a Juliana en la casa de nuevo, deduje que deberían extrañarla.
Una noche bajé a la cocina para hacerme un té; aunque lo que vi me hizo un nudo en el estómago: Cristian estaba apuñalando a Juliana y luego la envolvió en cueros.
Lo último que logre ver fue que se la llevaron en la carreta los dos.
Es hasta el día de hoy que me callo lo que vi por miedo de que los hermanos Nilsen me hicieran algo; pero con el remordimiento de haber dejado la muerte de la hermosa joven impune.


Jorge De la Vega


lunes, 30 de noviembre de 2009

RELATO DE UNA OBSESIÓN




Axolotl es un cuento de Julio Cortázar de género fantástico, como la mayoría de sus relatos. En él el narrador se obsesiona con los axolotl de un acuario de Francia y comienza a visitarlos a diario para observarlos. La mirada de estos extraños animales lo perturba y parece encontrar en ellos el resto de una vida remota, como si alguien hubiera quedado encerrado en ellos, condenado a ese infierno líquido, sin párpados, con los ojos abiertos entre seres insensibles.



Luego de esta obsesión ocurre una transmigración del alma de hombre a axolotl y el alejamiento final, que deja en la duda al lector: no se sabe bien quién escribió el cuento, si el hombre o el animal.


Los chicos de 4º3 y 4º1º escribieron cuentos que recrearan esta secuencia narrativa de OBSESIÓN-TRANSMIGRACIÓN- ALEJAMIENTO. A continuación, dos ejemplos.





EL JARDIN DEL ABUELO
Autor: Santiago Morales Volosín, 4º3º

Poco es lo que resta de memoria en mi consciencia, y poco es lo que podría contar.Me acuerdo de las tardes en que yo cuando chiquito, me paseaba por el jardín de mi abuelo. Cabe mencionar que ya no lo tiene más, puesto que se ha mudado según papá, más allá de lo que uno toca con las manos.
Bizcochitos, mate, dulce de leche y un poco de música del flaco hacían ese contexto literario argentinesco típico de una novela improvisada. Yo estaba ahí, aunque eso no era preciso, era donde me encontraba. En ningún lado más podría haber estado aquel instante. Panza arriba contemplando un cielo lleno de ramas y hojas. Lo que menos había allá arriba era cielo. Era el arrogante níspero. Siempre fui una persona susceptible y con dificultades para llevar el proceso de la vida. Parecía que mi alma tenía restricciones para todo lo que fuese pasar el rato. No era normal. Nadie adolescía la vida tanto como yo. En esto el árbol era mi inspiración. Yo idolatraba a estos seres, excepto por celarse la sombra entre ellos. Eso era muy humano. Su esfuerzo, nacer del piso para tocar el cielo, jamás encorvados como yo. Su fruto es dulce. Recuerdo la primera níspola que probé. Mis sentidos se ocuparon de ella como el pico de un pájaro hambriento. Lo probé, y en mi se dio a conocer un mundo totalmente esotérico. Era como si el dulce se transformara en una hermosa melodía, y yo comencé a echar raíces. No paraba de tomar agua, ni de estirarme para abrir las nubes. El sol se hacía a mi piel como una caricia hermosa y adictiva. Pronto me cortaron en trozos y comencé a alejarme. De mi abuelo nunca supe nada, y yo me habia multiplicado en diferentes jardines. Cien años pasaron y más de eso eramos en número. No eran nadie más que yo mismo. Pero el hombre perdió fácilmente su respeto a mi. Mataron a mis hijos, hermanos, primos, y hasta a mí mismo. Debí de dejar las níspolas. Siempre que las probaba, experimentaba un viaje del cual mi espíritu desconoció los medios. Debía aceptar mi humanidad y mis responsabilidades. Ya muchos me tildaron de psicótico. Es hora de volver con mi familia.
Abuelo, donde sea que estés.


El dado
Autor: Pablo Recuero

Pasaba por la tienda cuando lo vi, algo increíble y súper armónico: un dado chino. Merecía ser parte de mi colección. Me distraje con su perfecta forma cúbica y pensé ¿Qué saldrá en el tiro? ¿Sólo un 01, el 06 o quizás el 04 de la mala suerte?
Me quedé viéndolo, el número 02 era como los ojos que no parpadeaban nunca, entonces pasó lo increíble, yo era el dado, me quedé estático y vi cómo mi cuerpo se alejaba y pensé, no tengo más opción quen estar aquí hasta que alguien me lleve.
Los dados que yo tanto apreciaba me traicionaron, la traición de ellos sería su séptima cara, no tenía nada. Los dados me arrancaron la vida. Si uno tiene una obsesión así puede perder todos sus bienes por ella. Si pudiera salir del dado diría: no tengan obsesiones enfermizas, esta los atrapará.



miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ponerse en el lugar del otro

Leímos en 4º 1º y 4º3º un cuento magistral de Abelardo Castillo: "Patrón"
En él un viejo patrón de estancia, pleno de tierras y poder, "compra" a una chica, Paula, para casarse y engendrar en ella un hijo, un heredero de su fortuna. La relación entre ellos es de pura violencia y sometimiento. El cuerpo de Paula se resiste, no queda embarazada. Antenor le pega, la insulta, la viola. Hasta que luego de tres años, la partera le dice "tas preñada". Así comienza el cuento, con esa información, por lo cual Paula siente que adentro lleva "un bicho enrollado", no un humano, no un hijo.

La consigna fue redactar un cuento con un narrador en primera persona protagonista. De esta forma obliga al que lo redacta a hacer el recorrido de la historia desde el punto de vista de Paula, tratar de entender qué sintió, por qué tomó las decisiones que tomó, ponerse en el lugar del otro/a.


Esta es la versión de Damián Gonzalez, de 4º1º (excelente según la profesora, que soy yo)



Ni mi matrimonio sin amor, ni mi cruel vida conyugal, ni aun mi embarazo no deseado, son, o han sido, peores que mi infancia. Yo, Paula, he sido desde siempre una chica sola en el mundo, sin padres y sin nadie que me demostrase ni una pizca de cariño. Sola. Mi infancia quedó marcada por la muerte de mi padre en un incendio, cuando yo era muy pequeña; y su mujer… a la que debería llamar madre, pero no puedo ni quiero, de ella solo sé que me abandonó apenas nací, aunque en el pueblo se cuentan rumores de ella, pero yo ya no quiero saber nada más. Crecí al cuidado de mi abuela, demasiado vieja para entender de compasión o de afecto. Forjé un carácter rudo e independiente… pero siempre me vi obligada a ceder a la voluntad de otros, o a que me pasaran por encima sin tener el derecho de decir nada. Y todo por el simple hecho de ser mujer ¿A quién le importa lo que siento, o lo que pienso, o qué me gusta y qué no? ¿A quién le importa si se me trata como a un animal? A nadie. Soy una mujer y solo debo obedecer a mis mayores y al hombre… Me siento sola y no hay nadie alrededor con quién descargarme, quiero llorar y no se me lo permite. Así ha sido siempre.
¿Qué mejor prueba de abandono que el que mi abuela me haya regalado a un hombre que desea casarse conmigo? Yo siempre me esforcé por ser una buena nieta y una persona extremadamente humilde, a pesar de no conocer el significado de un “te quiero” o de nunca haber sentido una caricia en mi rostro… y ahora mi abuela me regala. Está adentro con Don Antenor, un hombre que tiene más del doble de mi edad, un anciano para mi, que tiene fama de ser un mal tipo de tratar mal a la gente que está con el. Sé que mi abuela no me preguntará si quiero casarme con él (le convendrá que yo lo haga, pues es el dueño de La Cabriada, la estancia más rica del partido). Tengo miedo, estoy asustada… mi cabeza es un gran remolino de ideas y de pensamientos.


Mi abuela me ha regalado al fin, seré su mujer.

Ya estamos casados, y ahora vivo con él en una casa enorme con vista a su vasto campo, que parece no tener fin. La única persona que vive ahí es una mujer que ayuda en las tareas caseras, y luego unos perros feroces. Ya me han dejado en claro que mi lugar aquí está en la cocina, y debo atender a mi marido en todo lo que necesite, porque él es el dueño de todo y el que me mantiene ¿Quién se cree que es? Esta no era la idea de matrimonio que yo tenía, aunque no era mucho lo que esperaba de él. Disfruta de humillarme… no me conoce, no sabe quién soy; y para él no soy más que un perro. Está claro que todo lo que quiere de mi, es un hijo, pues me lo ha dicho, un hijo que trabaje en sus campos. Y yo estoy decidida a no dárselo. Lo odio con toda mi alma, odio que me hable, que me toque, que se me acerque… su horrible cara arrugada y su presencia me causan asco y terror.
Por las noches, este maldito me toma a la fuerza y me obliga a hacer el amor. Tengo solo dieciséis años, y me duele… me duele como el infierno. Mi orgasmo es como un pedido, o una súplica de ayuda y de consuelo, y a él no le importa. Siento la sangre revolucionarse en mi cuerpo, y mis entrañas me arden en el momento en que me penetra en la interminable búsqueda de su hijo. No lo tendrá, lo juro por todo lo que es justo en la Tierra, que él no quedaré embarazada, para darle el gusto.
Un día, yo misma presencié que le pegaba a uno de los tantos peones de la estancia que me miraban. Ellos me desean desde que llegué, porque saben que soy mucho para el viejo del dueño. Vi que dejó a uno tendido en el piso, (creo que fue lo único lindo que lo ví hacer por mí, en todo el tiempo que viví con el), pero luego le dijo que si andaba alzado, cuando yo le diese en hijo, me regalaría a él. Lo desprecié tanto que quise golpearlo yo, pero sabía que si hacia eso, lo único que me esperaría seria la muerte, y yo no había hecho nada jamás para merecer tal castigo. Me contuve, pero me era difícil mantenerme firme y seria.


A los dos años, mi abuela murió. Yo me había quedado completamente sola en el mundo, con aquel monstruo degenerado que tenía de marido. La noche que volvimos del funeral me tumbó en la cama, como solía a hacer y me poseyó con su malicia y desesperación. Yo todavía no daba indicios de embarazo alguno, y eso me tranquilizaba un poco, pero aún así, él continuaba violándome y para mi era como si un buitre me estuviera comiendo las entrañas.

Es el tercer año, y he quedado embarazada. No puede ser… tiene que ser un sueño. El hijo de perra se ha salido con la suya. Me he quebrado y lloro de rabia, de desesperación y carcomida por el odio eterno hacia Antenor. No sé en que buscar consuelo, pues jamás lo había tenido. Y por fin ha sucedido, el cerdo me ha golpeado. Su mano es dura y fría como el acero, y me pide que le conteste si estoy o no, embarazada verdaderamente. Me insulta… me amenaza… me ha mandado de la partera.
La vieja Tomasina me ha dicho que estoy preñada. ¿Preñada? ¿Soy un animal? Al parecer sí, y menos que eso también. Ahora no solo cargo con mi propio dolor y sufrimiento de mujer, sino que llevo a su bastardo endemoniado en mi vientre, como un asqueroso insecto, y no puedo quitármelo.

He vuelto a casa de lo de la partera, y mientras le cebo mate a Antenor, tratando de no mirarlo con el asco que le tengo, veo como marca a sus toros con acerco caliente y me siento identificada en la mirada y en los gritos de esos pobres animales, que están a merced del monstruo. De repente y en tono calmado, Antenor me pregunta que me dijo la partera, y en eso, un toro salido de control, lo levanta por los aires y lo atropella con furia y locura; yo grito… ¡Pero como desearía ser ese toro!. Ahora veo el cuerpo del viejo en el suelo, tendido como un trapo, y todos los peones están a su alrededor tratando de asistirlo. Está inconsciente por completo.

A partir de que Antenor quedó postrado en la cama, sin la posibilidad de volver a caminar o moverse otra vez (al menos eso era lo que había dicho el médico), yo fui tomando conciencia de a poco, de lo que le sucedía a mi entorno, y de cómo todo se iba moldeando de manera distinta. Mi marido convaleciente y casi inmóvil, yo a cargo de la casa y de la vigilancia de los peones y embarazada, esperando a su monstruito, que me hacía sentir en cada patada que daba, que sería igual de horrendo y malvado que el viejo de su padre. Solo el médico, que venía solo si yo lo llamaba, el capataz de la Cabriada y el viejo Fabio visitaban a Antenor en su inmovilidad y silencio total. Entonces yo comprendí las cosas y el odio que había estado acumulado en mí después de tanto tiempo, fue empujado por un deseo de victoria creciente, y no tardó en desparramarse por todo mi ser, envenenándome y cambiando mi rostro y mi actitud. Tenía una idea… una idea macabra, pero que conforme pasaba el tiempo, la iba adaptando a la situación. Comencé a cuidar arduamente a Antenor y a administrarle las medicinas recetadas por el médico; muchas veces, cuando el se sacudía en su ahogo y parecía que se iba, yo me acercaba a él, y con firmeza y seriedad le recordaba que estaba por nacer el hijo que tanto había esperado, y él debía verlo. El viejo se calmaba y yo me iba. Era lo único que le decía.

Con el paso del tiempo, yo me convertí en la única persona que visitaba a Antenor. Mi odio y mi furia crecían paralelamente a mi vientre. Me hice de autoridad y poder en la estancia, y me aseguraba de que Antenor no muriera, pues yo debía mostrarle a su hijo. Pero también estaba asustada… asustada porque iba a hacer lo más inhumano que alguien podría hacer ¿Pero a quién le importaba? ¿Qué ejemplos había tenido yo, que me demostrasen que eso estaba mal? Por momentos perdía la cordura y el poco sentido de la moralidad que tenía, solo encontraba odio y maldad en mi interior, y me aferraba a eso, cada vez que metía la cuchara con medicina en la boca de Antenor… pero aún así le repetía que su hijo nacería, y el me comprendía y se esforzaba por mantenerse con esperanzas. Eché a la mujer que me ayudaba a la cocina, y entonces obtuve la llave con acceso a todos los cuartos de la casa. Me había levantado al fin, y yo era la patrona de la casa, y no Antenor. Al parecer, el viejo debió de percibir mi estado, por lo que comenzó a mirarme cada vez menos, y por momentos llegué a creer que me tenía miedo. Si así era, mejor entonces, pues mejor me sentía yo, viéndolo sufrir.

Fue en el invierno que el bebé nació. Yo había tenido un varón, pero que ni siquiera nombre tenía. Yo estaba ocupada en otras cosas, como para pensar en eso. No mandé a llamar a la partera. El día anterior, había logrado deshacerme con artimañas y mentiras, de Fabio y de Tomás, el cuidador, ya que sabía que eran las únicas personas que rondaban por allí, y que podían entorpecer mi plan.
Recuerdo bien aquel día. Yo subí lentamente a la habitación del viejo. Estaba tan nerviosa que las piernas me temblaban y creí que el niño se me iba a caer de los brazos… pensé que no iba a poder, pero mi deseo de venganza me mantenía erguida y me daba fuerzas para continuar. Entré en el cuarto del viejo del viejo. El estaba sentado en la cama, totalmente rígido. Fue ahí cuando los nervios se me fueron, y la vista se me nubló de rabia y asco. Ya estaba decidida. Lentamente y apartando el resto de mi cuerpo de él lo más que pude, dejé al niño sobre las sábanas. Mis y ojos y los del viejo se encontraron, me sentí confusa y distraída por un segundo. Antenor estiró un brazo hacia mí y con el otro se apoyó en la cama esforzándose por no aplastar al niño. Distraída como estaban, vi que sus dedos rozaron mi pollera. Invadida por mi rabia me eché hacia atrás, pues me daba asco que ese viejo horrible me tocara de vuelta. Arrinconada contra la pared vi la pose en la que Antenor había quedado, y como agarraba al bebé con una sola mano, y se esforzaba por no caer. El niño comenzó a llorar, y yo decidí que ya todo estaba terminado y no tenía nada más que hacer allí.
Cuando salía del cuarto, no se por qué, pero involuntariamente miré por última vez a Antenor. Lo vi otra vez sentado, aferrándose a una de las correas de la cama con una mano, y teniendo al niño con la otra. Delante de ellos podía ver el campo, amplío e interminable. Un espectáculo que no me causaba sentimiento alguno.
Al salir, cerré la puerta con llave, y mientras pensaba en la ultima imagen del maldito de mi marido, simplemente tiré la llave de cuarto al aljibe, antes de atar el sulky. No supe cómo, pero me sentí aliviada. Mi ira se había calmado… solo sentía tranquilidad; ni penas, ni arrepentimientos, ni miedo, solo tranquilidad. Me había vengado y eso era lo que importaba. Con toda la insensibilidad del mundo cebé un mate y me quedé tranquila viendo el paisaje campestre, sin reflexionar sobre nada, solo alegría y satisfacción de que la bestia estaba ahora en el infierno, sola con su preciado tesoro, de donde nunca más saldría.

Otra versión interesante, de Santiago Morales Volosín, de 4º1º (a él no le gusta pero a mí sí)

Años pasaron desde la muerte de mi padre. Hoy, en el campo. Hoy, con mi abuela que no me ama.
Llegó rápido un día, un día que no pareció irse como el resto. Aquel día iba a tatuarse en el resto de mi vida.
El viejo llegó al rancho, y así como entró, salió y me dijo que mi abuela quería hablarme.
Si, claro, asentí.
Al mes siguiente, ese viejo frío y arruinado era mi esposo.Yo era la señora de Don Antenor.
Esa noche, sudado me llevó a su campo. Hermoso cielo y montes empinados a lo lejos. El hábitat del mounstruo no demostraba ni un poco de el alma de quien lo habitaba. Me dijo que lo único que quería era un macho para su campo, se aferró de mi cintura y me tiró en la cama.
No pude elegir, esa noche fue, esa noche pasó. Pero el viejo no obtuvo lo que quiso, no quedé embarazada.
Ésta fue mi maldición.
Un día mientras lo buscaba, un peón se asomó tras una parva. Antenor lo enfrentó y un grupo de peones se pusieron enfrente de él.Él supo muy bien que nada podían hacerle, y le dijo al que me habia mirado mientras lo pisaba, que cuando yo le diera un hijo me regalaba.
Yo ya no podía escapar de mi sumision, estaba sola, era un animal, era una herramienta. Una herramienta de herencia para un viejo sucio e infeliz.
Un día tuve un retraso, como tantos otros días y el viejo furibundo me mandó a dormir. Al día siguiente veríamos a Tomasina.
Desde el Sulky vi los ojos de una ternera, recién marcada con una "A". Era yo desde sus ojos, mi espejo. Maldita en vida.
Escupida en el medio de la cara por el destino. Viviendo atada, imposibilitada a cambiar la dirección de su vida.
Yo nunca iba de ser alguien, ese día terminé de entenderlo. Yo era de los demás, y nada era mío.
Cuando le iba a decir que Tomasina anunció mi embarazo, un pinto lo embistió y lo dejó inmóvil.
Luego tirado en su cama le dí la noticia...iba a tener un hijo.
No iba a permitir que muriera hasta tenerlo. Este iba a ser el sello de la vida de mierda que había tenido. Lo iba a hacer ahogarse en su propia salsa.
Esto que yo gestaba involuntariamente, era como una enfermedad, y para ese ánimo enfermo, la cura era la muerte.
Iba a ver el viejo quién mandaba ahora, pasaron los meses. Esta semana iba a librarme de cuanto hubiera en mi del viejo. Esta semana iba a dar a luz.
El viejo en la cama, me miraba y comprendía. En realidad no comprendía, estaba estúpido por la llegada anunciada de su hijo, pero algo en mi mirada lo hacía sentir el peor de los miedos.
Me encargué de que no hubiese nadie en casa, di a luz a su hijo yo misma. Lo lavé, lo puse en una manta y se lo entregué el viejo medio caido para no aplastarlo tenía una sonrisa, que era más una mueca irónica que la alegría de una sonrisa.
La verdadera ironía, es que él ya tenía lo que quería, pero ninguno de los dos iba a vivir lo suficiente para hacer nada de su campo.
Cerré la puerta del cuarto con mi llave. Esa que me había dado el control desde aquel accidente.
Agarré mis cosas y me fui. Fui a cuidar del rancho que mi abuela había dejado. Agonizo por una enfermedad que no he tratado.

Yo soy Paula, y he de terminar lo que nunca fue nada.







lunes, 23 de noviembre de 2009

Racismo, violencia y discriminación: miradas críticas sobre nuestra identidad

En mis clases de Literatura para 4º1º y 4º3º, elegí un texto de Teatro por la Identidad "Crónica de Indias" para poder trabajar temas relacionados con la materia Historia. En ella tres mujeres ponen en escena temas como el olvido de la propia cultura, el conflicto de la identidad tapada y silenciada, el sometimiento y la violencia. Así los chicos pudieron pensar el tema de la Conquista desde otros ángulos, desde la representación teatral.
Escuchamos y analizamos canciones de rock con fuertes posturas críticas frente a este tema: por ejemplo Mestizaje, Planeta Eskoria, Eres un@ más de SKA-P y Conquistador de Carajo

Ni tu residencia, ni el credo, ni el color, ninguna diferencia te hace superior
Estúpido racista, decepción del ser humano, cinco continentes en un mismo corazón

Multirracial, Multicultural

No riqueza, no pobreza, no desigualdad
Rompamos la utopía, dejemos de soñar, arriba el mestizaje, convivir en colectividad


Te han inyectado la doctrina del capital desde que eras un chaval
Anteponiendo el dinero a tu libertad, ya eres uno más, ya eres uno más
Dejarás que el mundo muera a tu alrededor y al rico obedecerás
Si eres mujer lo tienes todavía peor, más desigualdad, ya eres una más
(SKA P)


Trajo su sangre asesina el conquistador
cortó cabezas y marchó, corta cabezas y marcha
y en su garganta de odio supo el sabor de las culturas que mató (Carajo)


Luego de estas actividades l@s chic@s realizaron trabajos prácticos que incluían ensayos. La consigna era que a partir de las temáticas planteadas derivaran sus reflexiones hacia cuestiones actuales de su interés que tuvieran que ver con cualquier forma de violencia, discriminación, exclusión social. A continuación, algunos ejemplos.
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Damián González 4º1º

La cuestión de la identidad cultural sigue siendo un problema en nuestros días.
El imperio capitalista ha creado a través de su propaganda de consumo masivo, y sus políticas económicas neoliberales, un mundo sumido en la ignorancia, la guerra y la desigualdad social, donde muchos países, se han vuelto ricos y desarrollados a costa de sumir a otros en la pobreza y el atraso social y tecnológico.
El mundo capitalista del S XXI se sostiene de un grupo burgués, un Estado neoliberal, y sectores sociales corruptos como la Iglesia, o las empresas privadas, que acumulan el capital, concentran las riquezas y destruyen el medio ambiente a fin de seguir ganando dinero con la producción y el comercio global , mientras que a ellos les conviene una sociedad que compre todo lo que ellos ofrecen, que cada persona piense en si misma, y no en los demás, a fin de convertir a eso en una “masa individualista” sumisa, obediente e ignorante.
Entre las consecuencias de vivir en la globalización, está el hecho de no poder ejercer los derechos humanos debidamente, debido a que la justicia y el sistema diferencian entre la población, eligiendo a quién defender, y a quién no; porque hoy en día el dinero ha tomado un valor tan importante en la vida cotidiana, que nubla la mente de los hombres, y la vida humana pierde valor frente a un maletín lleno de billetes.
En todo sistema capitalista, una gran parte de la población se ve sometida a la exclusión social, pues la pobreza trae marginación, y la marginación trae violencia y desorden. Los “excluidos del sistema” representan a una parte de la población, que en muchos casos es, o analfabeta, o desocupada, o carente de una vivienda digna y de recursos, que se ven obligados a subsistir a como sea posible, recurriendo a formas de trabajo, ya sea como la venta de drogas, la prostitución, el cartoneo, o en muchos casos, es tan la pobreza que se cae en la droga y en el robo, ya sea de dinero o de comida. Hoy, parece que ver una escena de un chico de nueve años drogándose en la calle, en vez de provocar compasión en la gente, alimenta más el odio entre pobres, clase media y ricos, y así seguimos en un círculo vicioso, donde cada vez el grupo de excluidos es mas grande, porque no sabemos actuar como sociedad en conjunto.
La discriminación también es un problema grave, sobre todo en América Latina, donde todavía se sigue odiando, atacando y desmereciendo al negro, al pobre, al inmigrante, al indio, al judío, a la lesbiana o al homosexual, al gordo, al pequeño… siempre al que no tiene la posibilidad de defenderse. Esto en mi opinión es la prueba de que hemos avanzando poco o nada, como gente civilizada; el hecho de atacar al que es diferente, (o matarlo en muchos casos), no es mas que una muestra de falta de educación y de aceptación a la diversidad cultural que no nos lleva a otra cosa, mas que a seguir tocando fondo, faltarnos el respeto a nosotros mismos. Un ejemplo: un inmigrante, de un país como Senegal, que viene escapando de la guerra civil y tiene los documentos argentinos tramitados, va a buscar trabajo a una empresa o un lugar como un estudio jurídico… quien le toma su currículum lo ve a él, ve su currículum dándole una repasada corta con la vista, y se lo devuelve argumentando cosas como que le falta tal papel, o tal permiso, o tal firma, por lo que no lo pueden tomar… (Este es un caso real, que he visto, y la persona es conocida mía, por lo que el ejemplo es enserio) ¿Cuántos chicos hay el la calle revolviendo el la basura, o jugando allí porque no tienen posibilidades de acceder a un colegio que los eduque? ¿Cuántas travestis son obligadas a prostituirse porque son negadas en casi todos los trabajos, a pesar de que muchas tienen estudios y títulos universitarios? Una sociedad que se guía por el aspecto físico, que impone una “imagen ideal” (o utópica) de cómo deben lucir todos, de qué se deben poner para “estar a la moda”, de qué deben comprar o tener para no quedar afuera de la masa, eso, no es una sociedad… es un mundo comercial y materialista donde a nadie le importa lo que uno siente o piensa, o de lo que merece solo por el hecho de ser un ser humano.(...)
No podemos seguir ignorando la historia de nuestro continente, porque el eurocentrismo lleva al olvido y a la mentira. Compartimos lazos históricos, culturales y étnicos con los pueblos y comunidades indígenas de nuestro territorio, que no se pueden romper u olvidar, ya que América Latina, nació con la diversidad de razas y etnias, y esto la acompañó durante toda su historia. Por eso es importante que quienes merecen derechos y reconocimiento, sean escuchados y reivindicados, porque no se puede ignorar lo que existe desde el principio, y un mundo mejor no puede construirse en base al odio, la guerra y los enfrentamientos; sino con fraternidad, respeto por el otro y por uno mismo, y lo más importante, igualdad y colectividad.

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Gabriel Sigillo 4º3º

Pensar por uno mismo

(...)
La superstición fue un problema por el cual la conquista fue mucho mas fácil. Ellos creían que el que venia del océano era uno de los dioses que habían expulsado del consejo hacia un tiempo atrás, y que regresaba para vengarse de todos. Ante esto, los indios se rindieron fácilmente y les brindaron todos sus bienes a los españoles, a los cuales confundian con dioses. Cuando se quisieron dar cuenta, era demasiado tarde: los españoles ya estaban empezando a maltratar a los indios, a explotar las tierras y a hacer lo que ya todos conocemos.
El factor emocional también influyo mucho. Usted se imagina lo que seria si toda su vida creyo firme y fanáticamente en algo, y de la nada vienen unos locos y le tiran todo abajo sin ninguna explicación? Esto provoco un desgano general muy grande, lo cual hizo que muchos indios no quisieran pelear. Otro factor que influyo fue las divisiones internas que tenían los imperios. Cada imperio incorporaba prisioneros de guerra de otros imperios, y estos mismos obviamente estaban ocultamente en contra de su líder. De esta manera, los españoles, haciendo pequeños pactos con estos lograban corromper los sistemas de los imperios fácilmente.

Por todo esto digo que tampoco hay que victimizar a los indios. Hay que ayudar a sus descendientes que hoy en día estan en situaciones inhumanas, si. Pero esto fue una competencia que gano un bando. Tranquilamente podrían haberse dado las cosas de otra manera y hubiesen sido los indios los que hubieran llegado primero a Europa, quizás conquistando todo, uno nunca sabe. Las cosas se dieron asi y bueno. Lo que si no se puede entender es porque tanta violencia y tanta sangre. Yo a veces pienso, la gente de antes, no tenia impresión? Porque yo creo que si hoy en día quemas a una persona viva en la calle, o crucificas a alguien, o algo por el estilo, provocaría una sensación horrible en la mayoría de la gente y sentirían asco, repulsión y horror por el hecho. Y obviamente odiarían profundamente al que lo hace, por mas que sea su lider, partidario, colega, o lo que sea. Antes a la gente le gustaba ver sacrificios, y peor aun, mucha gente mataba por diversión (me refiero a los conquistadores). Como es eso posible? Es algo que no me cierra.

Pero si nos ponemos a pensar, para todo hay una explicación. Mi punto de vista dice que todo esto es culpa de la iglesia y de las religiones en general. El fanatismo lograba lavarle la cabeza a la gente y por eso se ve que también lograban neutralizar las sensaciones de horror y asco que podrian llegar a generar ver a un hombre decapitado, o descuartizado.
La iglesia a lo largo de la historia siempre, en nombre de dios y de los santos evangelios, ha matado, perseguido y asesinado a mucha gente, por eso creo que la gente inteligente de verdad y que piensa con la cabeza, (no con el corazón), no es católica. O por lo menos es católica pero se da cuenta de lo que eso significa: ser partidario de una entidad que mato a más gente que las ss.
Por esto, muchas bandas como Ska-P incluyen en alguno de sus temas quejas contra la iglesia y contra el sistema en general, que esta planteado en algo que le conviene mucho a la iglesia: el capitalismo salvaje.
Aunque este en contra del capitalismo y del consumismo, dependo de ellos fuertemente como todos nosotros, y creo que es hora que empecemos a despegarnos un poco. Tampoco digo de llegar al extremo de la anarquía porque eso es una locura. El anarquismo es una idea política (que yo la asocio con el punk) que la verdad me interesa mucho pero soy conciente que es algo completamente imposible. Uno no puede hoy en día sacar al poder, a la policía, a los ministros, a los diputados, y hacer todo por su cuenta, porque el resultado es evidente: saqueos, asesinatos, inestabilidad política, robos constantes, falta de comida e invasiones.
Lo que si rescato del anarquismo es la postura de estar en contra de las banderas y de los himnos. Estos dos elementos representan a una sola cosa: Patria. Y el concepto patria hace que los seres humanos nos consideremos unos distintos de otros, y eso es mentira. Somos todos iguales, seamos famosos, ricos, pobres, judíos, emos, altos, enanos, negros, blancos, etc. Lo que tratan de meternos en la cabeza es: Vos proteges y servís a tu patria, defiéndela. Y gracias a conceptos como estos tuvimos a la Alemania nazi o a la Italia fascista. El patriotismo solo sirve para generar repulsión a lo de afuera y creer que somos mejores. Y las banderas e himnos son solo métodos de control, maneras de que una persona se sienta identificada con algo y en nombre de ese algo, sea capaz de cualquier cosa.

En conclusión, yo solo pienso una cosa, y creo que esto que voy a decir es la idea social del futuro:
Cada uno tiene que pensar por uno mismo, no dejarse llevar por la moda, por lo que hay que comprar, por la música que hay que escuchar, por como hay que estar vestido, por que hay que comer, por como hay que pensar, por como hay que actuar. Uno siempre tiene que hacer lo que uno quiere, siempre y cuando no le haga daño al prójimo, porque esa es la base del futuro: el respeto. Uno puede ser católico, judío, musulmán, o ateo, pero siempre tiene que saber que uno NUNCA tiene la verdad, sino que uno tiene SU verdad, y el otro también tiene su verdad. La verdad, la verdadera verdad, no existe, es una ilusion como el objetivismo. Por eso mismo, si la verdad no existe y el objetivismo tampoco, seamos subjetivos y respetemos al prójimo. Pero no nos dejemos dominar por un infeliz que esta a la noche en la televisión y que nos vende mas productos que un pibe que va por la linea B tratando de vender cosas, o por propagandas insulsas que tocan a temas tan profundos como la vida, el embarazo, la felicidad y la hipocresía, para darles la vuelta y terminar queriendo vender un producto. Uno tiene que saber filtrar lo que ve y lo que escucha y pensar como uno quiere. Ese, es el futuro: Respeto y personalidad.

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Santiago Morales Volosín 4º3º

"Lo diferente está mal, y lo que está mal, tiene que corregirse"_
A pesar del paso del tiempo, muchos seguims teniendo la mente cerrada a lo que es distinto.La herejía social de la drogadicción es un ejemplo claro. El ser humano, que está en constante evolución, comete un grave error aún: Intolerancia, creer que alguien debe hacer tal o cual cosa. Hace medio milenio ocurría con la conquista de América. Manadas de hombres blancos que llegaban en barco, y pisaban como cucarachas a los habitantes de "su nuevo continente". Creían que al encontrarse con seres humanos distintos a ellos, perdían la característica de "humanos" para ser solo "seres". Su existencia era como una infección que debía ser purificada. Esto fue motivo suficiente para matarlos, esclavizarlos, y lo que quizás sea peor aún, imponerles lo que debían pensar y hacer para el resto de sus vidas. A mi juicio, el peor atentado, es el que se hace en contra de la libertad de consciencia. Yo que fui católico por obligación (ahora soy ateo) imagino el tormento de que te impongan una presencia divina distinta, y ver que tu "dios/es" solo te envía enfermedades a las cuales los españoles eran inmunes. Un ejemplo actual de intolerancia, es la problemática que ronda tras la droga. Un tema lleno de ignorantes y prejuicio, y como si a nadie le importara, muerte. Las drogas fueron estratificadas socialmente por los medios de comunicación. Periodistas simpatiquísimos como Rodolfo Barili, que hablan sobre ladronas que además de hurtar, matan y violan "porque están drogados". Paranoia se generó en las masas de gente que consumen noticiero. El paco, que en si no es una droga (sino cocaína fumable de muy mala pureza, por ende barato e insalubre al máximo), fue asociado con la pobreza, y mecánicamente al paco y la pobreza con delincuencia, no siendo necesariamente una causa de la otra. A pesar de ser erróneo, "droga" se llama a aquellas ilegales con potencial alucinatorio, aunque legalmente consumamos muchas de las que son legales. Se ha inculpado más a la droga que al criminal, sin tener en cuenta que esta es atenuante para cualquier sentencia. Por lo que obviamente es conveniente drogarse antes de delinquir, pero lo que no es causa (no debe ser) de asociar a un drogadicto con el crimen. Sumado a esto, el Estado persigue a los pequeños consumidores muchísimo más que a los distribuidores principales, y ni hablar de los laboratorios clandestinos que parecieran ser legales. La iglesia se hizo de publicidad llenándose de drogadictos que suben a los medios masivos de transporte, para decir que "salieron de la droga" , y es importante marcar lo ridículo de esta frase, ya que no tienen ningún significado real, y es atribuido milagroso suceso al amor de Dios. La ONU, estemos a favor o en contra, toma de nuestros bolsillos el financiamiento de una "Guerra Antidrogas" que resulta en muerte, bolsillos abultados y por supuesto no reduce el conflicto. Muchos ignorantes están contentos con esto, sin haber siquiera leído estadísticas de dicho proyecto. Para las personas "normales y sanas" que no quieren peligro de criminalidad en su vida, les interesa más lo que hace el "equivocado" (drogadicto) con su vida, que la suya. Esta es por supuesto una exageración con ningún otro fin que poner en manifiesto el dañ{o a la privacidad que recibe una persona drogadependiente. Esa ignorancia, esa intolerancia, es la que produce desesperación en el drogadicto, marginación y la muerte de muchísimas personas que no tenían nada que ver. Ni hablar de como se agiganta el problema, siendo pobre.Viviendo en un lugar de muy pocos recursos, encerrado y marginado por los intolerantes y su ignorancia, y rodeado por los que en esa persona padeciente encuentran el negocio. Todo este caos es generado por lo imsmo que hizo que los españoles mataran a su antojo en este continente: La intolerancia. Ser no-blanco era ser distinto, y no era bien visto por Dios, por eso había que exterminarlos. El drogadicto, independientemente de que haya sido una buena o mala persona tampoco es bien visto, por eso muchas personas apoyan la idea de que encerrándolos terminan con el problema. Peor aún quienes creen que es una enfermedad mental y debe ser curada.Nota: La relación entre un tema y otro es estrechísima <<>> , y el contenido sobre drogadicción está expuesto de una forma MUY sintética. Aún asi me pareció que se encuadran en un mismo contexto y para variar un poco el tema, y que el trabajo no resultara tan monótono de leer
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Florencia Lavandeira 4º3º

"Deberíamos analizar más lo que decimos"

Actualmente vivimos en una sociedad mixta en todos los aspectos, desde lo cultural, religiosos y físico. Para la ley todos tenemos las mismas posibilidades. Muchas organizaciones defienden los derechos de las personas luchando por la igualdad de oportunidades y trato sin importar el origen étnico el color de piel o la creencia religiosa. Sin embargo en la vida cotidiana puedo ver que esto no es así. Un prejuicio muy presente en el ámbito en el que me desenvuelvo es el color de piel. En muchas revistas para adolescentes que leo veo que no hay ninguna publicidad con chicas o chicos de piel oscura, todos tienen un perfil similar: piel clara, cabello rubio o castaño claro y ojos mayormente claros. Pero esto sale de las revistas, en la TV, entrevistas de trabajo, entrada a boliches, etc. Insultos relacionados con el color de piel son utilizados cotidianamente ya sin pensar en su sentido. Este año en una clase de historia analizamos el sentido de una frase tan común como “negro de mierda” o “negro” para referirse a personas de bajos recursos o adolescentes pertenecientes a cierta tribu urbana conocida también como “cumbieros”.La puesta en común en clase trato sobre por qué el adjetivo “negro” se toma tan despectivamente ya que mayormente ninguna de esas persona es de piel negra y aun así es una ofensa ser llamado “negro”. Algunos decían que el insulto no se refería al color de piel sino mas bien a una forma de pensar, “son negros de mente” se dijo. Ahora bien me pregunto entonces, ¿acaso las personas negras piensan distinto a mi? Y si lo hicieran, ¿merecen mi desprecio?. Ahí se planto el conflicto, muchos dijeron que era una costumbre llamar a aquellos que viven en villas o que tienen bajos recursos, o que roban o se drogan “negros” no por su piel sino por su mentalidad en común, personas que talvez no tuvieron la oportunidad de estudiar o que piensan distinto. Pero entonces ¿todo aquel que piense distinto y se comporte de esa forma es un negro? Entonces se trato de explicar el origen de este insulto tan popular. En la antigüedad las personas de piel oscura fueron consideradas objetos, esclavos , sin ser respetados y maltratados, de ahí que si una persona blanca le decía a otra “negro” era considerado una ofensa.
Actualmente hacemos uso de este adjetivo sin ser concientes de lo que decimos, aplicándolo no a personas de piel oscura sino personas que piensan de tal forma distinta a nosotros, pero esa forma de pensar no tiene relación con personas de piel oscura ya que el color de la piel no es característica de un pensamiento. Las personas formamos nuestras opiniones en base a diversos factores, la sociedad, la cultura, la educación, etc.
Entonces no podemos utilizar como despectivo el color de piel de alguien. En el siglo XXI en que estamos viviendo en un país que respeta los derechos humanos y que no esta a favor del racismo, ¿cómo puede ser que aun digamos eso?.
En lo personal reconozco que es una cuestión de ignorancia, una costumbre de utilizar calificativos sin pensar en lo que uno dice. Pero no estoy de acuerdo con aquellos que mantienen que no debe ser tomado como ofensa para aquellos que poseen piel oscura sino que es un modismo. Creo que todos deberíamos ser mas concientes cuando hablamos y también creo que clases como esa de historia, en la que se nos mostró como algo tan común que decimos puede no ser lo que pensamos, deberían hacerse mas seguido; deberíamos analizar más lo que decimos y no simplemente aceptarlo.